lunes, 23 de junio de 2008

CONVOCATORIA

Viernes, 27 de junio, 21:30 horas.
El Cantábrico, C/Muelle de Oriente 4, Gijón.


Encuentro de Fútbol de Poetas.
Sea.

domingo, 22 de junio de 2008

JOAN MANUEL SERRAT. ROMANCE DE CURRO EL PALMO


ROMANCE DE CURRO EL PALMO

La vida y la muerte
bordada en la boca
tenía Merceditas
la del guardarropa.
La del guardarropa
del tablao del «Lacio»,
un gitano falso
ex-bufón de palacio.

Alcahuete noble
que al oír los tiros
recogió sus capas
y se pegó el piro.
Se acabó el jaleo
y el racionamiento
le llenó el bolsillo
y montó este invento,
en donde «El Palmo»
lloró cantando...

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Mil veces le pide...
y mil veces que 'nones'
de compartir sueños,
cama y macarrones.
Le dice burlona...
...«Carita gitana,
cómo hacer buen vino
de una cepa enana».

Y Curro se muerde
los labios y calla
pues no hizo la mili
por no dar la talla.
Y quien calla, otorga,
como dice el dicho,
y Curro se muere
por ese mal bicho.
¡Ay! quién fuese abrigo
pa' andar contigo...

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Buscando el olvido
se dio a la bebida,
al mus, las quinielas...
Y en horas perdidas
se leyó enterito
a Don Marcial Lafuente,
por no ir tras su paso
como un penitente.

Y una noche, mientras
palmeaba farrucas,
se escapó Mercedes
con un 'curapupas'
de clínica propia
y Rolls de contrabando
y entre palma y palma
Curro fue palmando.
Entre cantares
por soleares.

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Quizá fue la pena
o falta de hierro...
El caso es que un día
nos tocó ir de entierro.
Pésames y flores
y una lagrimita
que dejó ir la Patro
al cerrar la cajita.

A mano derecha
según se va al cielo,
veréis un tablao
que montó Frascuelo,
en donde cada noche
pa' las buenas almas
el Currito «El Palmo»
sigue dando palmas.
Y canta sus males
por 'celestiales'.

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.
——————————
De Joan Manuel Serrat, 1974.

MIGUEL HERNÁNDEZ. UMBRÍO POR LA PENA, CASI BRUNO


UMBRÍO POR LA PENA, CASI BRUNO

Umbrío por la pena, casi bruno
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.

Sobre la pena duermo solo y uno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.

Cardos y penas llevo por corona,
cardos y penas siembran sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.

No podrá con la pena mi persona
circundada de penas y de cardos...
Cuánto penar para morirse uno!
——————————
De El rayo que no cesa, 1936.

miércoles, 11 de junio de 2008

RAFAEL GUILLÉN. CADA MAÑANA


CADA MAÑANA

Cada mañana el mismo
asombro, siempre nuevo:
el ver lo natural
que es para ti tu cuerpo.

Consabidas minucias
del rito del aseo,
que imperceptiblemente
elevas al misterio.

Desde mis ajimeces
vigilo tus linderos:
revuelas como un ángel
sobre tus mismos pechos.

Tu humedad se disputan
la juncia y el espliego.
¡Ay, frescura de aljibe
y calor de sesteo!

En mis blandas murallas
aprisionado, veo
el hábito sencillo
que tienes de tu cuerpo.

Resuelves la materia
en puro movimiento;
cada escorzo insinúa
un ritmo en el espejo.

El repetido aire
que modela tus gestos,
es en ti cristalino
pero en mí es espeso.

De tu cuello desnudo
nace un hondo venero;
de tus brazos en alto,
la mimbre de tu pelo.

Al alba, cuando mido
tu distancia, no entiendo
la natural costumbre
que es para ti tu cuerpo.
——————————
De Los Vientos, 1967.

lunes, 9 de junio de 2008

EUGENIO MONTEJO

(☼ CARACAS, 19-10-38 – † VALENCIA, 05-06-08)
IN MEMORIAM


DURA MENOS UN HOMBRE QUE UNA VELA

Dura menos un hombre que una vela
pero la tierra prefiere su lumbre
para seguir el paso de los astros.
Dura menos que un árbol,
que una piedra,
se anochece ante el viento más leve,
con un soplo se apaga.
Dura menos un pájaro,
que un pez fuera del agua,
casi no tiene tiempo de nacer,
da unas vueltas al sol y se borra
entre las sombras de las horas
hasta que sus huesos en el polvo
se mezclan con el viento,
y sin embargo, cuando parte
siempre deja la tierra más clara.
——————————
De Muerte y Memoria, 1972.