miércoles, 27 de febrero de 2008

MARTÍN LÓPEZ-VEGA. SUSANA VE PASAR LOS BARCOS


SUSANA VE PASAR LOS BARCOS

A Susana Reisz, en Roosevelt Island

Susana ve pasar los barcos cada noche
Ella está sentada frente a su ventana
escuchando a los héroes de Haendel
en la voz de Andreas Scholl
mientras su memoria le dicta insomne
No estamos hechos de las cosas que recordamos
Estamos hechos de cuanto no conseguimos olvidar
Y ve pasar los barcos Cada noche ve pasar los barcos

Barcos que no sabe a dónde irán
Barcos que tal vez sean los mismos cada noche
Barcos insomnes Barcos centinelas

Susana ve pasar los barcos como preguntas
No dejan estelas Dejan signos de interrogación
Susana ve pasar los barcos como días
No dejan cicatrices Pero sí el dolor de las cicatrices

Cicatrices que ya no se recuerda de qué golpe fueron
Cicatrices que tal vez ni siquiera fueran nuestras
Cicatrices memoriales Cicatrices que son fuentes

Susana ve pasar los barcos cada noche
No les hace ningún gesto Pero a su modo los despide
Les dice Salúdenme a aquel que ya no conoceré
Denle recuerdos a aquella que fui


Susana sabe que los barcos no la escuchan
Pero se llevan sus saludos que no llegarán a su destino
Que acabarán en algún lugar del que todo lo ignora

Susana ve pasar los barcos
Cada noche ve pasar los barcos
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De Mácula, 2002.

martes, 19 de febrero de 2008

JOSÉ MARTÍ. ÉRAMOS


ÉRAMOS

Éramos una visión
Con el pecho de atleta
Las manos de petimetre
Y la frente de niño.

Éramos una máscara
Con los calzones de Inglaterra
El chaleco parisiense
El chaquetón de Norteamérica
Y la montera de España.

El indio, mudo,
Nos daba vueltas alrededor
Y se iba al monte,
A la cumbre del monte
A bautizar a sus hijos.

El negro oteado
Cantaba en la noche
La música de su corazón
Solo y desconocido
Entre las olas
Y las fieras.

El campesino, el creador
Se revolvía
Ciego de indignación
Contra la ciudad desdeñosa
Contra su criatura.
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De Grandes goles de todos los tiempos.

miércoles, 13 de febrero de 2008

ROBERTO BOLAÑO. MEJOR APRENDER A LEER QUE APRENDER A MORIR


MEJOR APRENDER A LEER QUE APRENDER A MORIR

Mucho mejor
Y más importante
La alfabetización
Que el arduo aprendizaje
De la muerte
Aquella te acompañará toda la vida
E incluso te proporcionará
Alegrías
Y una o dos desgracias ciertas
Aprender a morir
En cambio
Aprender a mirar cara a cara
A la Pelona
Solo te servirá durante un rato
El breve instante
De verdad y asco
Y después nunca más

Epílogo y Moraleja: Morir es más importante que leer, pero dura mucho menos. Podríase objetar que vivir es morir cada día. O que leer es aprender a morir, oblicuamente. Para finalizar, y como en tantas cosas, el ejemplo sigue siendo Stevenson. Leer es aprender a morir, pero también es aprender a ser feliz, a ser valiente.
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De La Universidad Desconocida, 2007.

lunes, 11 de febrero de 2008

viernes, 8 de febrero de 2008

CRÓNICA

Viernes, 1 de febrero, 21:00 horas.
El Guetu, C/San Antonio 11, Gijón.


JUGADORES

Roberto Bolaño (Chile, 1952-2003).
Ángel González (Oviedo, 1925-2008).
Eduardo Hurtado (México, 1950-).
Adam Zagajewski (Ucrania, 1945-).

CRÓNICA

GRAN VICTORIA DEL COLOMBIANO ;-)

Bueno no me enrollo mucho pero sí os puedo decir que fue uno de los mejores partidos. Empezamos con la exposición de Kdjer en la Galería Mediadvance, luego fuimos en busca de refugio al Cantábrico, pero al estar cerrado nos decidimos por el Guetu; y de allí al Chafa, como debe ser.

Don Ángel González había jugado ya en ocasiones anteriores por lo cual sólo nos quedó deleitarnos con goles pasados.

Tanto el Sr. Zagajewski como el Sr. Bolaño marcaron un gol cada uno.

El Sr. Hurtado salió con la artillería pesada y anotó estos dos golazos:

ODA A GARRINCHA

Fulano y redentor,
arribaste al pesebre
sin reino y sin incienso,
enclenque, malparido,
paticojo, forzado
—y a tanta desventura le aplicaste
una gambeta inescrutable.
Apilada en tribuna,
la turba de tus pares
robusteció tu credo:
al destino
burlarlo con las patas,
quebrarle la cadera
con un amague raudo
—y a cada nuevo quite
aplazar la condena,
finta tras finta
restaurada.

Y si la inapelable
te sometió a la postre,
lo consiguió en la raya,
en el último tramo del cotejo.
En estricto sentido,
consciente como estabas
de que todo es perder
y todo es dilatar
la unánime caída,
la tuya no fue pérdida
sino el certero alcance
de una derrota conocida.

Por eso en esta fecha
inmemorable
divorciada del múltiplo
y del cinco,
el ganador culposo
arrellanado en mí,
que siempre pierdo,
quiere canjear tu nombre
por un mero recuento de tus dones:
dipsómano atareado
en el celeste ardid
de las metamorfosis;
enemigo confeso
del vano ahínco muscular;
modesto militante del garlito,
el mismo en apariencia
y sin embargo indescifrado;
cirrótico curtido en el desorden
y el insolente sol de las favelas;
cadáver disectado
en desbordante olor
de indigestión
sobre el mármol forense de la noche;
soporte del Cualquiera
y de un montón de afanes
germinados
a pesar del insomnio
y de tu siglo;
sujeto y narrador
de tus hazañas;
héroe inventado
por un coro extinto; sueño intacto
y fugaz.

FLOR EN LA PLAYA

Esta flor
amarilla
de cuatro agudos
pétalos
abiertos
sobre la arena,
se afana y dura,
resiste y brilla,
sostiene
contra el mar
su vocación de estrella.

jueves, 7 de febrero de 2008