martes, 23 de septiembre de 2008

FRANCISCO BRINES. SÁBADO


SÁBADO

Ésta es la noche sorprendente;
surge, de un mundo oscuro, la soledad, y se une a la alegría,
y anda libre el deseo en pos de su inminencia.
El alborozo de los ojos desnuda a la ciudad,
hermosa igual que un firmamento.
Quizás hallemos hoy la dicha,
pues cada sábado nocturno, en estas calles, la hace siempre posible,
sin que, a primeras horas, aún importe la edad.
Cabinas telefónicas en donde la memoria marca secretos números,
o bares sucesivos y abundantes esquinas,
te ofrecen la belleza que persigues,
y para disfrutarla tú dispondrás después de alguna oscuridad.
Y todo podrá ser, porque lo fue otras veces.

Mas no te sientas nunca el dueño de la noche:
son rostros numerosos, y también desatentos;
puede el hado no serte favorable,
y hace algún tiempo ya que lo sabes hostil.
Mas no abandones nunca la esperanza
de ese dormir, si en ello va tu vida:
cansado, y por rutina, busca atento
el rostro alegre y ciego de tanta juventud.
——————————
De Insistencias en Luzbel, 1977.

3 comentarios:

  1. RETIRADA POR EL MURO (DOMINGO 8:00 A. M.)

    Algún rayo de sol
    oficia como desganado badajo,
    enmudecidas por el deshielo
    las paredes de la última copa:
    campanadas de fin de acto.

    Óbito de una noche
    que siguió el camino de otras muchas
    hacia un manto de brumas rotas
    por la bocina de una realidad
    que desmiente muchas posibilidades.

    Momento de buscar baliza en la barandilla,
    repasar con las manos
    los desconchones de su pintura,
    de ese desorden que se empeña en afirmarse
    y alcanzarnos
    en pequeños detalles que van creciendo:
    los lamparones de la camisa,
    la barba de golfo apandador,
    un principio de aliento que incuba
    el barrido de napalm que vendrá después…

    Y es curioso
    que el mundo siempre perdone:

    Hay un bando de gaviotas
    que hacen cosquillas al mar
    para despertarlo.

    Éste saca los dientes y bosteza entre espuma
    el primer gesto de la playa:
    una sonrisa.

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  2. yo le doy gol a catenaccio. el poema de brines me parece un intento de gol facilón por parte de chesire (un poema sobre bares para los socios de la ONG "Adopta un bar", pues en fin, lo dicho, facilón...). además, me parece que tiene una visión muy idílica de la noche. je, debe ser que nunca se topó con vosotros por fomento, un sábado cualquiera...
    Catenaccio, el tuyo es mucho más certero. Te estás volviendo un BEAT!!!!!

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  3. También celebro el de Catenaccio, especialmente sus últimos seis versos (él y yo sabemos...), aunque algunas figuras del resto no desmerecen en absoluto.

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