jueves, 25 de septiembre de 2008

PERSONAS QUE DIJERON NO


HOLA TARA@S:

Hace algún tiempo que Paperman me contó esta historia.

Albert Richter, Mathias Sindelar, personas que dijeron no.

Ounama, entra en mi oficina, me lo envía Juancho, por si se puede hacer algo para arreglar su situación.

Albert Richter campeón del mundo de ciclismo “in door” durante los años 30.Matthias Sindelar el hombre de papel, el mejor jugador de fútbol del mundo, el capitán del “Wonderteam”.

Ounama mide dos metros, tiene ojos medio cerrados e inyectados en sangre: “Mi nombre es Ounama, Martín me espera”, afirma, en la puerta de mi oficina, como si sus palabras fuesen un sagrado salvoconducto, y por primera vez en mucho tiempo, la palabra es la palabra.

Albert Richter tiene un entrenador que es su amigo. Acude a su casa a cenar, y forma parte de su familia.

Mathias Sindelar, es capitán de la selección austriaca de fútbol. La mejor selección de fútbol del mundo en aquel momento.

Oumana me enseña “sus papeles”, una orden de expulsión de un Juzgado de Canarias y un certificado de los Servicios Sociales del Cabildo Canario, que acreditan que desde Junio de 2006 está en territorio español.

Albert Ricther vence el campeonato del mundo de ciclismo en pista de 1.935. Los noticieros reproducen su foto, en la que ostensiblemente apoya su mano derecha en el muslo, la misma mano que el resto de su equipo levanta con la palma extendida.

Austria ha sido invadida por Alemania, ya no habrá selección austriaca, el “Wonderteam” dejara de existir; no obstante un último partido enfrentará a Alemania y al equipo de Austria.

Ounama, sonríe, una fila de dientes ilumina mi oficina, haciendo olvidar que durante los últimos diez años no he limpiado los cristales y que las cortinas no conocen varón, ni lavadora: “No, no tengo visado Ezpaña, llegué en cayuco, pero he trabajado duro, he trabajado duro, vendiendo música dos años, amigo”. Y dos filas de dientes, tan brillantes como la luna de mayo hacen avergonzarse a cortinas y cristales.

A Albert Richter le conminan a ser buen alemán, a cesar a su entrenador y a levantar el brazo. Incluso su entrenador judío intenta convencerle de que es mejor no meterse en problemas.

Sindelar, desobedeciendo las órdenes marca dos goles en el partido, Austria vence a Alemania y a continuación el hombre de papel se niega a jugar con la selección de Alemania.

Ounama, le digo —mientras él escucha, sus dientes iluminan la oficina, sus ojos hablan de mares y sufrimientos y una boca que asiente afirma: “gracias amigo, sé que esto es pena”—. Ounama —le digo—, no tienes posibilidad de arreglar tu situación; tal vez casándote con una española habría solución.

A Albert y a Sindelar los mataron los nazis. Ellos dijero “ No”.

Ounama, esta semana en mi oficina entre cortinas y cristales que no conocen varón dijo: ”Gracias amigo, NO; tengo una mujer y un hijo en Senegal”.

Richter, Sindelar, Ounama. La grandeza de decir NO.

4 comentarios:

  1. gracias paperman. no pensarías que me había olvidado...

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  2. Ojalá que no se pierda esta tradición oral, de hombres que hicieron leyenda y se convirtieron en héroes.

    Sea.

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  3. joe, ignatium, conste que a mí me encanta cuando te emocionas, pero anda q cuando te pones....

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