miércoles, 5 de diciembre de 2007

CRÓNICA

Viernes, 30 de noviembre, 21:00 horas.
El Cantábrico, C/Muelle de Oriente 4, Gijón.


JUGADORES

Collins, Billy. Lo malo de la poesía y otros poemas, Madrid, Bartleby, 2007.
Hikmet, Nazim. Antología, Madrid, Visor, 2005.
Jiménez, Juan Ramón. La estación total con las canciones de la nueva luz (1923-1936), Madrid, Visor, 2006.
Muñoz Seca, Pedro. La venganza de Don Mendo, Madrid, Cátedra, 2006.
Parra, Nicanor. Chistes para desorientar a la poesía, Madrid, Visor, 1989.
Tavares, Gonçalo M. El Señor Brecht, Madrid, Mondadori, 2007.

CRÓNICA

Pese a lo precipitado de la convocatoria, se presentaron en el campo seis contendientes cargados de ilusión por romper la sequía goleadora. Fue ese número ligeramente inferior al de los partidos más esperados el que hizo que el juego resultara inusualmente ligero. FUTRECALIENTA, desde la cabecera del mármol, templado, con la concentración de quien conoce el oficio y no se aviene a pastelear un empate aunque juegue fuera de casa, espoleaba a don Nicanor desde los primeros lances: intensidad en el corte, economía en el adorno, precisión en el pase... en una palabra, clasicismo. Lo mejor de la noche salió de sus botas. Empieza a ser preocupante el bajo estado de forma de un PAPERMAN que consume la parte del león de su energía en el efecto teatral de sus jugadores. Cansado de ver cómo don Mendo encallaba por falta de visión de juego, optó por saltarse el trámite de lectura y pasar a la modalidad de recital, no sabemos si para promocionarlo o para terminar de hundirlo. Desmoralizado, terminó pidiendo la hora y otra ronda de cerveza. ARTEMIO RULÁN Y SANDERS fueron ejemplo de desorientación. Quedó claro desde el pitido inicial que el partido no estaba para la imaginería del fogonazo ni el tropo relámpago; que si alguien quería la victoria tendría que ponerse el mono de trabajo y pelearla palmo a palmo. Pues bien, cuando la prudencia dictaba una retirada táctica como la que ejecutaba SANDERS en las piernas del señor Tavares, ARTEMIO RULÁN, no sabemos si por compromiso o por contumacia, mantuvo en combate a Nazim Hikmet hasta el final, y recogió armas con visible resquemor por la brevedad del descuento. Todo un carácter. Fieles a sus respectivos estilos estuvieron IGNATIUM y CHESIRE. El hecho de que se viesen recompensados con las mieles del gol no puede escamotear la realidad de que su propuesta de juego está tácticamente agotada. CHESIRE apostó por un Billy Collins, que se desenvolvió aseadamente por el campo aunque sólo fuera para desvelar que conocía el terreno que pisaba. IGNATIUM lidió con Juan Ramón. Aceptable de no ser porque se suma a la ya larga nómina de poetas abrumados por el combate de esencias y formas en el vientre moldeador de la luz con que IGNATIUM tiende a castigar a los contrarios arrastrándolos a las vecindades de la logomaquia. Un poquito de por favó!!! Capítulo aparte merece el público. La aportación de CHARLY empieza a ser impagable. ¡Qué titán de la dialéctica! Lo mismo disputa con INMA sobre el grado de flaccidez que es soportable al estrechar una mano o prestar una mejilla al beso, que ejerce de espontáneo e interrumpe el partido con una descacharrante invectiva contra el verso libre que en ningún momento es sembrado para la mies del dogmatismo: que cuando CHARLY dice “que no tenéis ni puta idea” no está queriendo decir exactamente que los interpelados carezcan de ideas sobre el asunto en discusión o las tengan erradas. JUANCHO y TIMONENKO como siempre dispersos. Arrancaron con entusiasmo en el feudo de la gran Filosofía, enfrentando a los conceptos de serenidad y felicidad, para dejar el aurea mediocritas huérfano de argumentos cuando apareció Shakira en pantalla. A partir de ahí todo se volvió muy confuso. Creo que alguien dijo que no estaba buena; creo que alguien contestó “¡No, las que tú te follas están más buenas!” Pero eso ya es otra historia.

7 comentarios:

  1. Extraordinaria crónica, Catenaccio. Gracias. Incluso a pesar de la mendaz y mezquina ponzoña que viertes sobre la briosa hondura de mi juego.

    Aprovecho para recordar mi gol, el primero del partido (lo que subraya mi honrada deportividad al cantar otros dos, de sendos contrincantes, posteriores, sin cerrarme, mudo, en la portería).

    Poema Zinc,
    Juan Ramon Jimenez

    ¡Qué hueco tan robado
    el de este vano cielo
    que nada al alma pone,
    ni nada quita al cuerpo!

    ResponderEliminar
  2. Bla, bla, bla...

    Por cierto, yo no recuerdo haber marcado gol alguno...

    Si alguien quiere profundizar en la poesía de Billy Collins, hay un CD de poemas leídos por el autor disponible para su descarga en http://www.bestcigarette.us/
    bajo licencia Creative Commons non commercial use.
    Ya podían tomar ejemplo otros artistas (el disco se agotó y decidieron ponerlo a disposición del público).

    P.s.: no obstante lo anterior, me uno al agradecimiento al autor de la crónica. Lo cortés no quita lo caliente.

    P.s. (bis): Con toda la ponzoña supuestamente poética que se publica en España me resulta inverosímil que el libro con el que jugué sea el primero editado en castellano del tal Collins. Mentes "previlegiadas" estos editores patrios.

    ResponderEliminar
  3. Gol, recuerdo al viejo Matías, con sus gafas negras, su bigotito y el microfono.
    Parafraseando a ARtemio, ¡Míticu!.
    Paperman.

    PD: para estar en baja forma hay que haberla tenido alta en algún momento.

    ResponderEliminar
  4. jajajaja. Batida la raya de cal y besada la red por esa crónica, si bien por las loas a mi más bien corajudo e improvisado juego bien podría tratarse de la de un homenaje a Enrique Castro González en el campo del Sporting (a primera, by the way). No me marquéis el coro de retirada todavía. Creo que aún puedo jugar unos añitos más, aunque sea de z-agüero. Desde la lejanía de la brutal prenavidad súperconstitucional, os abrazo, futboleros todos.

    ResponderEliminar
  5. ¡Qué grande! Esto demuestra que la prensa deportiva de este país es de una mediocridad dolorosa. Qué lección acabas de dar sobre como se hace una crónica, enhorabuena.

    ResponderEliminar
  6. Qué bueno, qué bueno. Estupenda crónica, contumaz verbo, aplostada gramática, formado pubis, perenne pelo Catenaccio.
    De todas formas creo que habrá que llevar a alguien que se mantenga sobrio hasta al final del partido, porque luego no se anotan bien los goles. No olvideis que el resultado final fue 5-1-1 para el turco vs Juan Ramón (que ya habia metido ocho goles antes con ese mismo poema) vs Nicanor.
    Por cierto: ¿De quién es primo el Collins este que tanto lo estáis colocando?¿del de los diccionarios?. Esto del arte es la ostia.
    Por cierto: Sanders, pibón, di algo que me vas a romper el analisis cualitativo del discurso que te estoy haciendo (Gracias por el libro de Tavares. Un regalo precioso ;)
    Hablando de poemas recitados, colgaremos en breve la Venganza de Don Mendo leida integramente por Paperman después del rotundo éxito del otro día. Habrá cinco versiones del texto, cada una de ellas leida con una vocal diferente.
    Esto sí que será mitico...

    ResponderEliminar
  7. No doy crédito... Que prosa tan esmerada para describir una serie de patadones al área, que es como acabó el partido: con más de uno encerrado en su área y pidiendo la hora... Entre ellos el público, que vimos como el partido tenía prorroga (o mejor dicho, un tercer tiempo de partido de rugby en Irlanda)en el Chafariz, donde el espontaneo Charli seguía indignado clamando contra los que no teníamos ni puta idea ni de poesía ni de nada, como amantes del verso libre que éramos... Y es que Dº Pedro Muñoz Seca no llevase gol le indignó sobre manera.

    ResponderEliminar