TODAS LAS TARDES PASEABA CON SU MADRE
Todas las tardes paseaba con su madre por la Landstrasse
y en la esquina de la Schmiedtor, todas las tardes,
estaba Hitler esperándola, para verla pasar.
Los taxis y los ómnibus iban llenos de besos
y los novios alquilaban botes en el Danubio.
Pero él no sabía bailar. Nunca se atrevió a hablarle.
Después pasaba sin su madre, con un cadete.
Y después no volvió a pasar.
De ahí más tarde la Gestapo, la anexión de Austria,
la Guerra Mundial.
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De
Epigramas,
1961.
Cachondo, que eres un cachondo.
ResponderEliminar¡A ver cuánto tiempo tarda Paperman en venir con lo de exento en gimnasia... que no saltaste el plinton en tu puta vida y demás sainete!
ResponderEliminarFectivamente.
ResponderEliminarPaperman