A ALICIA, DISFRAZADA DE LEIA ORGANA
Si sólo fuera porque a todas horas
tu cerebro se funde con el mío;
si sólo fuera porque mi vacío
lo llenas con tus naves invasoras.
Si sólo fuera porque me enamoras
a golpe de sonámbulo extravío;
si sólo fuera porque en ti confío,
princesa de galácticas auroras.
Si sólo fuera porque tú me quieres
y yo te quiero a ti, y en nada creo
que no sea el amor con que me hieres...
Pero es que hay, además, esa mirada
con que premian tus ojos mi deseo,
y tu cuerpo de reina esclavizada.
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De
El Bosque y Otros Poemas,
1997.
LA TRISTEZA
ResponderEliminarCuando Shakespeare murió, ya estaba triste.
Cuando la Armada naufragó, mis ojos habían naufragado ya en su daño.
A Marlowe lo enviaron al infierno
y ya mi corazón estaba roto
Luis Alberto de Cuenca. La caja de plata (1985). Los mundos y los días. Colección Visor de Poesía.