domingo, 16 de julio de 2023

CRÓNICA

Sábado, 17 de junio, 20:00 horas.
El Cantábrico, C/Muelle de Oriente 4, Gijón.

Por sanders


CARMEN MARTÍN GAITE
DESPUÉS DE TODO. POESÍA A RACHAS [1]

RASTRO BORRADO

¿NO ves cómo se borra el humo de mi imagen
delante de tus pasos
lo mismo que las huellas
del ciervo fugitivo
se borran en la senda?

Nunca sabré cómo seguiste andando,
cómo te levantaste para seguir andando
al despertar de nuevo
la luz en tus ventanas,
ni a qué desván relegas
los jirones de mí que te quedaban,
jirones de mi cuerpo y de mi rostro
creados para ti.

Tal vez no te das cuenta,
pero mira delante de tus pasos.

¿No ves cómo se borra el humo de mi imagen
lo mismo que las huellas del ciervo fugitivo
se borran en la senda?

֍            ֍            ֍

PÍDEME QUE ESTÉ ALEGRE

AÚN me entra cielo azul
y lo miro en mis charcos
reflejado a jirones.

Pídeme que esté alegre.
Si tú me lo pidieras,
en un caballo blanco subiría,
en un caballo bravo y montaraz.

Pídeme que esté alegre
y correré a ponerme
atavíos de fiesta,
abriré las cien puertas de mi casa
y saldré entre piruetas
y saltos de través
aturdida de sol,
y a las verdes palomas
daré migas de pan.

Pídeme que esté alegre.
En un caballo blanco correría,
en un caballo loco y montaraz,
si tú me lo pidieras.

֍            ֍            ֍

NUBES

LAS nubes de tormenta
al atardecido
son manos que me aprietan la garganta.

¿Por qué se esfumaron,
qué viento las sopló?

Mi tierra tenía sed
y ha quedado estirada en una calma
de plomo y malestar.
Bisontes negros,
ensenadas de iris,
rostros de bruja en ciernes,
montañas galopantes,
huellas son de ceniza
que se apagan.

¡Ay!, se han ido las nubes
sin llover.

֍            ֍            ֍

CANCIÓN ROTA

SIEMPRE que iba a cantar
algo se interponía
y a mí no me importaba,
¡había tanto tiempo!

Mi canción se quedaba en el alero,
confiada,
meciéndose en la espera
cuajada de horizontes.

Si alguna vez con mudo gesto antiguo
acaricio las cuerdas,
el aire se retira
y el corazón me late nuevamente
con aquellos latidos turbulentos,
heraldos de mi canto.

¡Ay mi canción truncada!
Yo nunca tenía prisa
y la dejaba siempre,
amor,
para después.

֍            ֍            ֍

TIEMPO DE FLOR

CUANDO el tiempo de flor
venga a fundir
la nieve en la montaña,
ya no te esperará mi corazón,
alondra.

¡Ay!, ¿cómo eran sus labios?
—cantará el surtidor.

De nuevo el mismo sol
se vendrá a los tejados, perezoso,
herido por el grito de los niños
que juegan en la plaza.
Y, como hoy,
la mañana despertará encendida
por fuera de mis ojos.

Pero mi corazón, alondra,
ya no te esperará.
——————————
[1] De A rachas, 1973.
De Después de todo, 1993.
En Después de todo. Poesía a rachas, Madrid, Hiperión, 1996.

No hay comentarios:

Publicar un comentario