NARRACIONES SOBRE EL MUNDO EFÍMERO DE LAS DIVERSIONES
Sólo vivimos para el instante en que admiramos el esplendor del claro de luna, la nieve, la flor del cerezo y las hojas multicolores del arce. Gozamos del día excitados por el vino, sin que nos desilusione la pobreza mirándonos fijamente a los ojos. Nos dejamos llevar —como una calabaza arrastrada por la corriente del río— sin perder el ánimo por un instante. Esto es lo que se llama el mundo que fluye, el mundo pasajero.
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De
Narraciones sobre el mundo efímero de las diversiones,
Kioto 1661. Citado según Franz Winzinger, Shunga,
Catálogo de una exposición,
Núremberg 1975. Citado según Gabriele Fahr-Becher en
Grabados Japoneses,
Taschen, 2002.
El deseo de nada,
ResponderEliminarde un tránsito dormido y silente,
morir o acaso,
el deseo de un deslumbramiento,
de un pálpito en fuga y progreso,
amar, vivir, ahora.